Dame un bolígrafo y un papel y te enseñaré a soñar. Antes de que aprendas a soñar debes cerrar los ojos y imaginar un mundo nuevo, solo para ti y para mi..

domingo, 13 de febrero de 2011

Es una adicción, es un infierno


Nunca olvidaré como olía su pelo de cerca.
Fue justo en el momento en el que me dio un abrazó en medio del parque y toda la gente nos miró con una cara un poco extraña, cuando me di cuenta de que él era mucho más de lo que yo pensaba. Y aunque en ese instante no pensé en lo que pasaría después, sabía que podía llegar a ser algo muy grande. Mientras su mano izquierda de estrujaba suavemente de las costillas hacia él, y la derecha me acariciaba el pelo como nunca nadie lo había hecho, sentí cómo me protegía, y estaba más segura que nunca de quién quería que me protegiera siempre...
- No me sueltes - me susurró muy suave creándome un escalofrío rápido que acabó en una sonrisilla tonta dejando florecer, más sincero que nunca, mi hoyuelo izquierdo.
- No podría...

Principios borrosos para finales extraños

Doscientas catorce palabras vacías que pudimos decir y preferimos callarnos. Tantas cosas que no sentimos por no querer hacerlo, y ahora, nos arrepentimos. Cara y cruz, decisiones distintas por un mismo placer. Vías del tren que se acaban, como la esperanza a medida que el tiempo pasa. Las ilusiones siempre lo serán hasta que algún día, habiendo sufrido otros tantosanteriormente, sean una realidad.
No es que pongas luz a mi camino, es que eres mi camino. Mi lema son tus ojos, aunque a veces sean mudos.
Podíamos haber disfrutado, haber bebido el último trago largo y sin prisas y después, tirar el vaso. Podíamos habernos deleitado con la luna llena y haber gozado después de un amanecer anaranjado.
Juraría que esto empieza a acabarse. Que ya no es una historia, que ya no es algo nuestro. Es algo que simplemente compartimos cuando tenemos un rato, cuando ya hemos mirado demasiado al futuro, no hemos querido verlo, y preferimos saborear el presente. Hemos sido pingüinos en plena selva. No hemos sido ni juntos, ni separados. E incluso, tengo la sensación, de que ni siquiera sabíamos cuando éramos y cuando no éramos.
Como cuando no quieres, o no puedes, elegir. Cuando no sabes si querrías que esto no tuviera jamás un final, o si desearías que no hubiese tenido un principio. Es algo jodidamente ilógico, sin un guión, sin ni siquiera unas pautas. Sin reglas, desenfrenado pero a la vez un poco confuso. Mantenerse en pie en esta situación a sido, sinceramente, demasiado difícil, para un nivel mayor, para gente fuerte y sin temor a un dolor profundo al llegar al punto y final.
Y es extraño como una historia que jamás tuvo un principio claro, haya terminado de una manera tan drástica, que nos ha pillado por sorpresa aunque en realidad se preveía desde la primera mirada. Pero si ha alguien ha confundido aún más esta situación, ha sido a ti.

No pudo faltar más suerte

No debimos haber saltado desde tan alto, ¿recuerdas la caída? Murieron nuestras ganas, la pasión e incluso las caricias. Todo hecho añicos lo dejamos allí, y nos fuimos. Corrimos, cada uno hacia un lado, sin saber hacia dónde, pero corrimos. Y no paramos, tampoco miramos atrás, sacamos fuerzas de donde no las teníamos, hicimos de tripas corazón y llegamos hasta tal punto que la distancia entre nosotros había que medirla en años luz. Y tan separados, nos tumbamos juntos a ver las estrellas sin entender muy bien porqué cada uno veíamos una cosa distinta.
Y se cayó la luna, dejando a oscuras todo lo que no fueran sonrisas. Tú y yo desaparecimos, y ciegos, caminamos hasta chocarnos, de frente además. Y sonreímos, y vi tu cara iluminada y sonreí aún más. Hasta que no hubo luz, porque no podemos besarnos y sonreírnos a la vez.

:)


Creo que hoy me voy a dedicar únicamente a llorar si, si, a llorar, voy a llorar tanto que mis lágrimas se agotarán. ¿que por qué? Por eso mismo, porque quiero que mis lágrimas se agoten, porque juro que jamás volverá a caer una lágrima de mis ojos... No pienso volver a sufrir por algo que no merece la pena. Porque mis lágrimas no van a salir si no es por reír demasiado...

Tantos sitios para encontrar tantos recuerdos..

Y es, cuando me vienen a la mente tantos recuerdos, cuando me incorporo con lentitud a los pies de esa cama. Me levanto lentamente, voy al centro de la habitación. Empiezo a mover la vista deteniéndome en cada objeto que veo a mi alrededor. Una estantería de madera llena de libros viejos que un día me hicieron soñar con inocencia e imaginar ser la protagonista de su contenido. Un armario, que de repente se me antoja abrir, y en el que encuentro una caja repleta de textos impresos en folios que ya han perdido su color blanco para convertirlo en un suave amarillo; imágenes de personas que se han ido quedando atrás en mi vida con el paso del tiempo; y objetos que todavía me hacen recordar los días pasados, cargados tanto de buenos como de malos momentos. Rotas carpetas de colegio con papeles que me hacen imaginar en si pudiera volver a esos momentos. Cartas de viejos “amores” ocultos tras el simpático nombre de amigos. Libretas, llena de tontos dibujos de corazones con distintos nombres, utilizadas en forma de diario con miles de pensamientos y creencias de sentimientos escritos en sus hojas, ocultas en el rincón más lejano de las lecturas ajenas. En uno de los cajones que conforman el armario marrón claro, queda oculto, guardado por mucho tiempo un CD con canciones antiguas y nuevas, grabadas, que me hacen recordar algunos de los momentos pasados, o soñados. En una esquina de la habitación, colgado de la pared, un viejo calendario con algunas fechas y una marca cerca de ellas que señalan días que llegaron y días de algo que esperé y nunca ocurrió; fechas, que un día, mientras todo aquello ocurría, consideré importantes, y sin embargo ahora no son más que momentos pasados, buenos o malos, pero que no volverán más que en forma de recuerdos. Justo en el centro de la habitación, sigo girando la vista en todas direcciones, y no veo más que recuerdos, miles de recuerdos, que se esconden tras meros objetos. Vuelvo a la cama, y entonces pienso en todos los recuerdos que son capaces de ocultarse entre cuatro paredes que conforman esta habitación.

-Tantos sitios, para tantos recuerdos que están deseando salir en el momento menos idóneo-.

Y memorizar la clave de la cuestión...

Mis pupilas brillaban, con tanta intensidad que parecían querer salirse y concederse el deseo de besarte. Pero me dolían las costillas, fuertes y con tanto aguante que ni yo misma podría soportar la fuerza con la que latía ese perturbado y chiflado corazón, loco por salirse de aquel hueco oscuro y escabroso, donde nunca había visitas. Hubo un momento en el que las preguntas que me habían formulado tenían respuesta, pero todo aquel escenario cubierto de luces quedó apagado y con las puertas cerradas a su paso. Quise desatarme de las cuerdas que me unían a la cobardía y la timidez, quise desatarme de tus cuerdas, de las que me hacían ser menos fuerte. Sin darme cuenta, me hacías caer en el pozo de la desesperación y la impotencia. Sin darme cuenta, tú hacías que no creyera en lo que siempre había soñado y lo que siempre quise ser. Poder pedir un libro de instrucciones y perderme en él por el laberinto de las palabras, aprenderme cada una de ellas y memorizar cada resquicio del papiro y la clave de la cuestión: valorarme.

Recuerdos.

Grita, grítale al mundo y dile, dile que te enamoraste, que lo diste todo y que perdiste. Que lo peor no fueron las discusiones, los llantos después de desilusiones y de sueños rotos o de romper simplemente, por lo sano... que lo peor es quedarte con los recuerdos sabiendo que no le tendrás más allá de un absurdo 'hasta siempre'. Duele que cada mañana te despiertes y no lo veas, que no esten los zapatos tirados como de costumbre, o que me quede con las ganas de robarte el último mordisco de la galleta al desayunar, que no tenga a quién decirle por las noches que me abrace cuando tenga frío o que llegue a casa y nadie esté. Que cada tarde que pase no sepa que hacer, porque siempre eras tú el emprendedor, el que me hacía tener ilusiones. Que la ilusión más grande que tenía era formar un vínculo entre nosotros, casi tan fuerte como esos besos que me regalabas cada noche antes de irnos a dormir y después de las tantas de películas que veíamos. Me encantaba que me recorrieras el cuello con aquellos labios, que aquella sonrisa me enamoraba, que decirte... que me encantabas tú. Pero siempre serán eso, recuerdos.

viernes, 11 de febrero de 2011

Volver a ser persona..


Volver a sentir, soñar, amar, recordar momentos mágicos, solamente contigo. Volver a cruzar nuestras miradas unos segundos y grabar tu imagen en mi retina para siempre. Volver a besar tus labios cremosos, y que ellos recorran buena parte de mi cuerpo. Volver a sentirme segura contigo. Volver a gritar que estoy enamorada, de alguien que llego inesperadamente, y poco a poco se a ido metiendo en mi corazón para siempre. Sentir la locura, que me embruja cuando sonríes, ríes. Todo es mágico cuando estoy contigo.

Esperanza..

Vive con la esperanza de aquel mañana, que dibuja su imaginación cada noche cuando le da pie a volar en libertad. Vive bajo el poder de su propia mirada, de su brillo tenue, del compás que marca el ritmo de su corazón al acelerar. Vive bajo las sonrisas y las palabras que debe pero que espera el encaje apropiado de un momento para entregar; ahora vive la historia de su propia canción; impulsada está vez por un mejor inicio.

domingo, 6 de febrero de 2011

El camino nunca se acaba



Por mas que caminemos nunca se llegara al destino, por mas que luchemos las batallas nunca estarán finalizadas, siempre debemos estar preparados para vivir nuevas experiencias y situaciones que nos enseñaran a sobrevivir en una sociedad hecha con un corazón de cemento, donde el que llora pierde y el que sonríe se queda atrás.