Dame un bolígrafo y un papel y te enseñaré a soñar. Antes de que aprendas a soñar debes cerrar los ojos y imaginar un mundo nuevo, solo para ti y para mi..

martes, 28 de febrero de 2012

Imposible


¿Cuántas ilusiones ha roto esta palabra? ¿Cuántos intentos, esperanzas y deseos han quedado en nada por la pronunciación de esta simple y a la vez complicada palabra? Una palabra, nueve letras y mil y una ilusiones rotas.
Pues yo aquí y ahora digo que no hay cosas imposibles. Difíciles, improbables, complicadas, increíbles. Sí, eso sí, pero no imposibles. Porque pienso que con esfuerzo, dedicación e ilusión se puede conseguir todo en la vida. Todo. Y quien diga que no puedes conseguir algo, no merece tu atención. No merece la atención alguien que se dedique a romper sueños tan solo porque él no ha sido capaz de cumplir el suyo y que ha dejado de luchar por lo que quiere por el simple hecho de creer que no lo conseguirá.
¿Sabes? Aunque haya escasas posibilidades de cumplir tu sueño, aunque haya mil y una dificultades entre tú y esa ilusión que has tenido durante toda tu vida, no significa que no puedas intentarlo, que te tengas que rendir. Porque cuando después de luchar, de sufrir, de dejarte la piel para conseguir ese maldito sueño, lo consigas, sentirás que todo eso y mucho más ha valido la pena.

¿Imposible? Yo me follo los imposibles.

Nos hemos olvidado de muchas cosas. Y hemos decidido que no valen la pena sólo porque no están en nuestras memorias.
Hemos olvidado que si alguien se va, casi siempre es por nuestra culpa. Hemos decidido omitir el dolor que nos da la vida, creyéndonos de piedra porque “así es más fácil”. Quisimos fingir que las películas tristes son sólo otra ñoñería más, que no nos hacen temblar. Acordamos que quien no nos quiera tal y como somos, se merece otra versión de nosotros: como si tuviéramos que acomodarnos por aquel que nos quiere distinto. Prometimos dar lo mejor de nosotros a aquellos que no nos querían más que en determinados momentos y, sin embargo, esas personas que están siempre se llevan lo que sobra.
Y olvidando todo esto, pasándolo por alto… nos hemos perdido a nosotros mismos.

Y de repente alguien que no pensabas que pudiera existir te agarra fuerte la mirada y sostiene un "contigo" entre sus labios. Entonces solo podía estar segura de saber que siempre querría tenerte muy cerca, segura de saber echarte de menos siempre que fuera a volver a verte. Y quise decir adiós a los límites y a los miedos que aunque siempre presentes, contigo podían ignorarse, olvidarme de los disfraces y de las trampas. Aprender de tus detalles, todos esos que dices que no tienes. Apreciar tu mano en mi cintura o cuando me besas en la frente y yo solo podría darte las gracias, y nada más, porque no sería capaz de encontrar las palabras exactas que estuvieran a tu altura. A la altura de esos ojos que me ven cuando me miran y que no quiero que dejen de hacerlo nunca. Luego, abrazada a tu espalda donde sólo importa el del perfume de tu piel, solo importas tú y te ríes y yo sigo tu sonrisa, ya que es el motivo de la mía.

Esclavos del tiempo.


Hay veces en las que no necesito a gente a mi alrededor. Y floto, sola, y me siento triste sin estarlo. Pero dura sólo unos suspiros. Luego vuelvo a ellos, obediente, sumisa y libre a la vez. Me miran a los ojos sin examinarme con detenimiento, nunca al alma, y me susurran "Nos necesitas, lo sabemos, ¿qué serías tú sin nosotros?" y voy a contestarles, a gritarles que no es así, pero antes de hacerlo sonríen y dicen "está bien, nosotros también te necesitamos. Somos esclavos los unos de los otros, pero no está mal... sólo dejamos de serlo cuando duele." Y yo hago pucheros, frágil y ofuscada, porque sé que tienen razón. Sé que sin ellos no sería ni la mitad: sólo yo misma, sin anclas, sin agua, sin nada en lo que apoyarme. Porque entonces tendría toda la libertad que quisiera para no hacer absolutamente nada.Tráfico en algún lugar. ¿La autopista? ¿El corazón?
Nadie sabe.

Coincidieron en el paso de cebra.


Ella iba con la música, él con la mirada perdida.
El semáforo se puso rojo tan rápido que los dos tuvieron que parar en seco antes de cruzar.
Se miraron y, sin decir nada, ella le dio uno de sus auriculares.
Ninguno quería hablar, así que se limitaron a pasear mientras compartían esa canción que con tanta razón les recitaba: Mi vida sería un asco sin ti

jueves, 23 de febrero de 2012


Según el diccionario, la felicidad es un estado de ánimo que se produce en la persona cuando cree haber alcanzado una meta deseada y buena. Pero, ¿Existe la felicidad en realidad? ¿Puede la felicidad durar para siempre? ¿Cual es el secreto para la verdadera felicidad? ¿Dónde está la felicidad?
Estas son preguntas que todos nos hacemos y a las que muchas veces no encontramos respuesta. Hay una cosa de la que estoy muy segura: la felicidad no se encuentra en el dinero ni en las cosas materiales. Una persona a otra puede darle felicidad de diversas maneras como es el amor pero para conseguir verdaderamente el amor primero hay que amarse a uno mismo, tarea difícil. Una vez un famoso filósofo de la Antigüedad dijo: "Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego". Sin embargo esta felicidad es efímera debido a que siempre hay algo más fuerte que la rompe, nunca dura para siempre.
Hay una cosa de la que estoy completamente segura: el ser humano tiene una meta a la cual quiere llegar mediante diversos modos, para llegar a conseguir un estado de bienestar permanente.

- Quiero poder decir que es mio, que es tonto y un tanto imbécil pero le amo, quiero sonreir cada vez que digan su nombre, quiero tenerlo a mi lado en la cama cada amanecer y sentir su respiración en mi pelo, quiero saber que para el solo soy yo, quiero que se de cuenta de cuanto le amo, quiero tirarle un beso y que el me diga que me quiere, quiero acercarme a él y que no ponga cara de loco, quiero caminar a su lado y con los ojos cerrados, quiero dejarme caer solo para que el me recoja, quiero compartir toda mi vida con él, quiero besarle en cada esquina, quiero que por ahí me llamen su nombre pero en femenino, quiero creer que es mucho más que un recuerdo, quiero pasarme las tardes a su lado, sentados, hablando de lo puta que es la vida pero lo bien que ha hecho haciendo que nuestros caminos se hayan cruzado, quiero creer que puedo volar solo porque él me ha dicho que me iba a regalar la luna, quiero ser lo que ocupe su mente absolutamente siempre, quiero que este aquí cada vez que lo necesite, cada vez que lo llame, quiero que vaya por ahí diciendo que tiene a la chica más perfecta del mundo aunque sepa de sobra que eso no es verdad... Es lo que tengo, es lo que quiero para el resto de mi vida.

martes, 21 de febrero de 2012


Una vez dijo que a pesar de que no estaban de acuerdo en muchas cosas, y sus diferentes formas de sentir y verse, de sus peleas y reconciliaciones, tenían algo en común. Y es que estaban locos el uno por el otro.
Y ahora quizás tampoco tienen tantas diferencias, quizás piensen de manera parecida, pero siguen teniendo algo en común. Y es que ya no se piensan por las noches.

Pensé que no lo volverías a hacerlo. Me hace gracia, en serio, por primera vez me has sorprendido. Indirectamente creo que te reté a hacerlo, y tú me retaste a que me equivocase. Pero ahora voy a ser yo la que te rete a equivocarte.
Mete la pata, jódelo todo, cómprate un billete avión de ida sin vuelta. Rompe las reglas, haz el ridículo, deja todo por alguien, miente. Quiere. Y después vuelve a equivocarte. Conoce, viaja, pasa de mi por un tiempo. Ódiame. Acuestate en muchas camas, pero amanece solo en la tuya. Piensa que a veces el caos es un arte. Escríbeme. No creas a nadie. Creete todo. No te cases. Pero aprende de todo eso. Y después vuelve... Y rétame a quererte.

Simplemente estará enamorada..


Ya saben, si ven a una mujer que no tenga tiempo de pintarse las uñas, que sonría a todo el mundo, que de los buenos días aunque esté diluviando. Una mujer que vuelva a ponerse vestidos ajustados, que se muera por una llamada, no se asusten ni se preocupen.

Así es el amor.


Es un cielo claro, una gran tormenta. Es un mendigo, una cenicienta. No entiende de razas, tampoco de clases. A veces el techo, a veces la base. Es la medicina, es la enfermedad. Un poco de cordura y de insanidad. Algo de tristeza y de felicidad. Pero la verdad, me atrevo a decirlo, es que nunca nadie pudo definirlo ni nadie podrá.
Es un mar profundo, es un gran desierto. Suele ser verdad aunque a veces no es cierto. Tanto predecible como sorpresivo. Puede estar aunsente pero andar contigo. El mejor oyente cuando nadie opina. Varias aventuras, algo de rutina. Tanta inexperiencia y tanto que ha vivido. Cuando está presente, como que se ha ido. No toca la puerta, pero es bienvenido y siempre lo será. Suave como el aire, denso como el humo. Es igual a todos, no es como ninguno. Sueño de un mañana, recuerdo de un ayer. Un olor a tabaco, aroma de mujer. Una nube inmensa, que cuando esta lejos se siente cerca o viceversa. Tu lo conoces pero no lo sabes, es tú mejor amigo aunque mal te pague.

]Como cada mañana el sol, se pone en el mismo lugar de siempre, pero esta vez, tiene un brillo diferente, y algo ha cambiado. El cielo esta más azul que de costumbre, el sol tiene un brillo especial... Ella como cada mañana se sienta, mira ese cielo tan azul, y piensa cuando será el día en el que todo cambie, y lo que no sabe, es que quizás un cambio, ya haya sucedido.
Que su vida ha cambiado, y de nuevo tiene esa luz en su camino... Y cuando es consciente, tiene esas ganas de comerse la vida, ya no existen temores, porque los temores tan solo fastidian las cosas... Ahora ella es valiente, fuerte, esta segura de sí misma, y de lo que siente.
Ahora es el momento de dejar que las cosas fluyan, sin prinsas y sin pausas... a su tiempo, y poder comenzar a volar, y regresar a ese lugar que por un motivo un día abandonó.

Supongo que tienes miles de recuerdos muy bonitos con el, y es imposible que lo olvides, pero yo no me rindo por eso, y voy a igualar el marcador, me voy a quedar a tu lado, fabricando todos los recuerdos del mundo, para que un día te vayas a la cama, y te des cuenta que estoy en casi todos los instantes que te hacen sonreír.
Hoy tenemos pocas paginas de recuerdos, pero dentro de nada tendremos archivadores, enciclopedias enteras, trailers de cuatro ejes…
“Levanta la cabeza, mira si yo estuviese ahí tumbado lo primero que querría hacer al levantarme sería ver a la chica que quiero”.
Que… yo… que cabe la posibilidad, bueno una remota posibilidad que me este enamorando de ti…
+ Y tú, ¿qué haces aquí?.
- Que casualidad, ¿no?, 600 personas, 2.000 vatios y volvemos a coincidir… Y ya pues si eso, del tirón… pues vivimos otro momento irrepetible, digo yo.
+ ¿Sabes?, me encanta que estés aquí, y que vengas con tu cuaderno, con tus ganas de estar conmigo y con tu entusiasmo, y con esa sonrisa como si todo fuera posible… Y de pronto me he dado cuenta, de que eso es lo que quiero, que todo sea posible, todos los días de mi vida. Y voy a por ello.
Te elijo, te elijo a ti. Vamos a llenar ese cuaderno y cincuenta como ese. Te quiero.


Una vez le preguntaron a Lewis Hine, un fotógrafo de guerra, por qué había elegido esa profesión. Él contestó que si pudiese contar con palabras todo lo que veía no necesitaría cargar todo el día con una cámara de fotos. Que ciertos momentos de belleza, de desolación, de horror y de egoísmo estaban mas allá de las palabras. Yo también lo creo.
Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos. Sentimientos como el amor y el compromiso, o sensaciones como volver a abrazar a un amigo.
Quizás por eso nuestra vida se compone de imágenes. Momentos congelados en el tiempo para siempre, de decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas, de fotografías fijas guardadas en la memoria que nos recuerdan cada segundo lo bonito que es vivir...

Al menos no nos echamos de menos, si no nos vemos.



Un día más, sentada en este lugar, donde tantas noches me dediqué a pensar, donde tantas noches lagrimas se escaparon por mis mejillas... en este lugar, donde todo es tan frío, donde pocos recuerdos quedan, donde mi cama aún sigue vacía...

¿Donde estabas cuando te necesitaba?, donde estaban tus caricias, tus abrazos y aquellas miradas que eran capaz de llenarme de fuerza para afrontar todo lo que hiciese falta, ¿donde?. Tan solo sé, que me dejaste aqui, tirada, como si nada importase, como si nunca hubiese sido nada para tí... aqui, muerte de frío, en estas calles tan oscuras, donde el sol no entraba por ninguna esquina, donde todo estaba tan vacío sin tí...

Tuve que aprender a vivir sin tí, a hacerme a la idea de que no volverías, y quizás si lo hiciste, pero nunca fué verdad, tan solo volviste para causarme más daño, para que me diese cuenta de que es imposible olvidar a quien te enseñó a amar...
Pero aqui me tienes, sentada, pero ya no hundida, ya no estoy cansada, ya no me pueden esos recuerdos, y aunque por momentos te necesites, no te necesito de la misma manera que lo hacía antes, porque aprendí que "quien te quiere, nunca te hace llorar", y tu en ningun momento llegaste a quererme, por que has sido quien más me hizo llorar.

Intentas cogerlo, pero se escapa ¿verdad?. Ya ves, las cosas no siempre son tan fáciles, quien quiere algo, como dicen algo le cuesta... y si te cuesta, es porque lo quieres, y por ello luchas.

miércoles, 15 de febrero de 2012


Pasaste las noches echando de menos pasarlas conmigo. Y tu almohada se convirtió en borrones y tachones de alguna poesía inspirada en aquellos antros de la ciudad. Como mientras jugábamos al tres en raya bajo tus sábanas y recordábamos la época de miradas perdidas que mucho me temo, ya queda muy atrás. Y la noche de mañana, y la de ayer, y la de pasado mañana tal vez, escribo y mientras te canto canciones al oído. Muy bajito, para que no nos oigan los vecinos. Me quisiste y tal vez hoy lo sigues haciendo, pero yo sólo sé que es muy difícil echarte de menos, y aún más deshacerme de todos esos versos y recuerdos. Porque mi cabeza está hecha un lío, llena de problemas algebraicos en los que quizás, la x sea un te quiero que salga de tus labios. Pero quiéreme en tus noches y madrugadas, en tus risas y en tus sonrisas, en todos esos poemas escritos en tu almohada.

jueves, 2 de febrero de 2012

El club de los asociales muertos.



Las cosas más profundas se me ocurren en los momentos más superficiales y cotidianos. Algo normal si tenemos en cuenta que hay más posibilidades de que reflexione sobre los misterios de mi existencia en mientras lavo los platos que en medio de una tormenta apocalíptica -también interpretable como lluvia, algo de viento y cuatro o cinco truenos- que hace temblar las paredes de mi cuarto -mentira. Me hace temblar a mi-.

Así que mientras hacía sopa, se me ocurrió que a mi nadie me ha preguntado nunca si quiero formar parte de la sociedad. ¡No hay forma de huír! ¡Estamos atrapados por reglas de educación, por modas, por lo políticamente correcto, por el qué dirán! La sociedad es una cárcel invisible delimitada y cerrada herméticamente por el temor que nos inspira lo que hay fuera de ella; la soledad. Por otra parte, ese miedo a la soledad a la que te condenaría el dejar de formar parte de la sociedad es hasta cierto punto irónico, ya dentro de ella abunda el individualismo, la incomprensión, la falta de valores…

Un momento, ¡que no cunda el pánico! La vida no es un juego, pero se pueden hacer trampas. La trampa más recurrente en el tema sociedad/individualismo, y mi favorita es soñar despierto. ¿Qué hay mejor que recrear en tu cabeza una y otra vez situaciones idílicas? -señores, por favor, sé que la respuesta es "vivirlas", pero absténganse, no deben responder a una pregunta retórica. ¡Cuánta maldad!-. Por supuesto no todo son ventajas, tiene un gran inconveniente; si pasas demasiado tiempo en tu propio mundo de fantasía puede causarte una desvinculación con el mundo real que acabará por causarte problemas o incluso sufrimiento. Está bien refugiarse temporalmente en tu mente y sus fantasías, pero no debes encerrarte en ella.


Por último, tened en cuenta que este es el punto de vista de una persona extraña. De esas que no encajan ni siquiera dentro de su propia mente. ¿Cómo va a haber sitio en la sociedad para una chica gato?

¿Qué le pasaría a un hombre que cruza un paso de cebra en un día de intenso tráfico con una venda en los ojos?

Llamaré a ese paso de cebra vida, y a esos coches verdad.

¿Qué le pasaría a un hombre que cruza un paso de cebra en un día de intenso tráfico con una venda en los ojos?

La respuesta es terriblemente distinta. Y terriblemente injusta en ambos casos.

Cuando en este mundo una simple venda de ignorancia autoimpuesta deje de convertir en invisible la verdad que intenta llegar hasta las personas, en ese momento, empezaré a buscar el sentido a las acciones de aquellos que me rodean.

Hasta entonces tengo un misterio más importante que resolver; ¿a qué huelen las palabras?

Everybody hurts sometimes.



La vida es luchar para salir a flote y mantenerte en la superficie.

Hasta ahí bien. Todo claro. ¿Es fácil? ¿Es difícil? Eso depende de cada persona. Simplemente es.

El problema empieza cuando compartes tu vida con otra persona. O cuando otra persona se convierte en tu vida.

Lo lógico es aprender a nadar a la vez, no solo al lado. Pero eso siempre, siempre -¡s-i-e-m-p-r-e!- resulta complicado.

En el momento en el que unes tu vida a la de alguien, debes hacer ciertos cambios. Lo que antes era una lucha por tu supervivencia se convierte en una lucha por vuestra supervivencia. Ya no tienes que salir a flote con tus problemas, sino que cargas también con las de tu compañero de viaje. Y lo peor es que por mucho que te esfuerces, al final acabarás golpeándole al intentar impulsarte -impulsaros- hacia arriba. Porque todo el mundo hace daño a los demás aunque no lo quiera. Pero si ese "los demás" es un "alguien" que está tan cerca de ti es más fácil chocar, y herir.

Pero no todo es tan negro. Es más, creo que todo es verde en ese sentido. Verde esperanza.

Un "nosotros" siempre es mejor que un "yo". Tener que llevar sobre tus hombros el peso de tus problemas y de los de otra persona también implica que pesarán la mitad, porque habrá alguien con quien compartir el esfuerzo. Y, sobre todo, con cada golpe que recibas, con cada golpe que des, estarás más cerca de alcanzar la sincronía con esa persona, de llegar juntos a la superficie y de olvidar que alguna vez estuvisteis en el fondo.