Luché hasta el final... Hasta que las lágrimas no cesaron y me ganaron. No lo pude evitar, quise seguir adelante, pero las lágrimas ganaron mis fuerzas y me dejaron atrás. Siempre igual... siempre hacía las cosas mal. Nunca podía hacerlo bien. Cuando una sonrisa se reflejaba en mi cara, algo hacía que desapareciera
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