Eso es así, nos duelen demasiado cosas sin importancia y siempre acabamos ahogándolas en un vaso de alcohol y unas caladas que sólo nos provocan sentirnos peor al día siguiente. Es absurdo, sí, pero también nos resulta inevitable.
No puedes mostrar que eres de carne y hueso porque cada vez que lo dejas ver lo único que provocan son heridas que con el tiempo se curan y cicatrizan, aunque siempre van a estar ahí, quieras o no.
Siempre tenemos en la boca la frase 'Estoy hecha mierda' y que lo digas mil veces no va a solucionar nada, al igual que las lágrimas. Llevar una sonrisa con todo esto tampoco soluciona nada, pero creo que es mejor ver a cualquier persona regalando sonrisas que llorando. Que a todos nos duele, unos nos callamos y sonreímos, otros os quejáis de lujo y los primeros acabamos llegando a un punto en el que ya no podemos con nosotros mismos y aún así seguimos sacando al resto de su mierda.
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