
Pues sí, muchas veces tenemos el problema de que tu corazón no quiere admitir lo que tu mente ya sabe.. Quiero decir que, yo aquel día, también estuve tentada a meterme debajo de una puta mesa, pedir una baja e hincharme a ansiolíticos. Pero por alguna extraña razón, decidí salir a la calle. Y ¿Sabes por qué? Porque sé que siempre que algo termina, algo mejor aún empieza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario