Dame un bolígrafo y un papel y te enseñaré a soñar. Antes de que aprendas a soñar debes cerrar los ojos y imaginar un mundo nuevo, solo para ti y para mi..

jueves, 2 de febrero de 2012

El club de los asociales muertos.



Las cosas más profundas se me ocurren en los momentos más superficiales y cotidianos. Algo normal si tenemos en cuenta que hay más posibilidades de que reflexione sobre los misterios de mi existencia en mientras lavo los platos que en medio de una tormenta apocalíptica -también interpretable como lluvia, algo de viento y cuatro o cinco truenos- que hace temblar las paredes de mi cuarto -mentira. Me hace temblar a mi-.

Así que mientras hacía sopa, se me ocurrió que a mi nadie me ha preguntado nunca si quiero formar parte de la sociedad. ¡No hay forma de huír! ¡Estamos atrapados por reglas de educación, por modas, por lo políticamente correcto, por el qué dirán! La sociedad es una cárcel invisible delimitada y cerrada herméticamente por el temor que nos inspira lo que hay fuera de ella; la soledad. Por otra parte, ese miedo a la soledad a la que te condenaría el dejar de formar parte de la sociedad es hasta cierto punto irónico, ya dentro de ella abunda el individualismo, la incomprensión, la falta de valores…

Un momento, ¡que no cunda el pánico! La vida no es un juego, pero se pueden hacer trampas. La trampa más recurrente en el tema sociedad/individualismo, y mi favorita es soñar despierto. ¿Qué hay mejor que recrear en tu cabeza una y otra vez situaciones idílicas? -señores, por favor, sé que la respuesta es "vivirlas", pero absténganse, no deben responder a una pregunta retórica. ¡Cuánta maldad!-. Por supuesto no todo son ventajas, tiene un gran inconveniente; si pasas demasiado tiempo en tu propio mundo de fantasía puede causarte una desvinculación con el mundo real que acabará por causarte problemas o incluso sufrimiento. Está bien refugiarse temporalmente en tu mente y sus fantasías, pero no debes encerrarte en ella.


Por último, tened en cuenta que este es el punto de vista de una persona extraña. De esas que no encajan ni siquiera dentro de su propia mente. ¿Cómo va a haber sitio en la sociedad para una chica gato?

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