
Existe una línea muy fina entre el amor y el odio. El amor libera el alma, pero en el esfuerzo la puede asfixiar. Yo caminaba por esa cuerda floja con toda la gracia de un elefante; la cabeza me pesaba hacia el lado del odio, el corazón me equilibraba hacia el lado del amor. Era un trayecto inestable y me solía caer, a veces durante largos períodos de tiempo, pero nunca me demoraba demasiado. Pero a pesar de todo el sufrimiento, nunca me culpé por ello. Yo siempre supe que yo solo me entregue total y completamente a ti. Y tu, tu solamente fuiste un niño cobarde que decidió huir. Eso provocó mi odio cariño.
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