
De nuevo de noche, y con ella tus lagrimas, digo tuyas porque ya hace mucho tiempo que todo lo que soy te pertenece, a ti y a tus andares, y a la forma en que tenias de mirarme. No puedo, no puedo ni siquiera pensarlo, me duele, me dueles. Ya no me volverás a mirar. Nos hemos dicho tantas veces hasta luego que no nos dimos cuenta cuando el adiós llamó a la puerta. Pero ya ha llamado, ya hace tiempo que llamó, ya hace tiempo que no somos, en plural. Nos hemos vuelto singulares, y tristes, porque sé que tú también lo estás. Se que tú también me echas de menos. El Amor no es siempre suficiente.
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