
Dicen que el ser humano es el único capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Yo he saltado unas, otras me han frenado...Ellos me han ayudado a levantarme. Me han dado la mano, y han sabido como animarme en los momentos difíciles. Pero sigue habiendo piedras en el camino, y por muchas que intente apartar o muchas que me hagan caer, siempre aparecen otras nuevas, como en un interminable círculo vicioso. Algunas más grandes que otras, y algunas que provocan más daño en la caída. Aunque es cierto que, me pese lo que me pese, siempre van a haber piedras, algunas más difíciles de sortear que otras, pero, por suerte, siempre tendré a una persona para ayudarme a no tropezar con todas. Porque algunas son imposibles de evitar.
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