Dame un bolígrafo y un papel y te enseñaré a soñar. Antes de que aprendas a soñar debes cerrar los ojos y imaginar un mundo nuevo, solo para ti y para mi..

sábado, 18 de diciembre de 2010

Un viejo cuento, una canción llena de melancolía.

La luna me indica que todo comienza de nuevo. Una estrella marca la salida de un sentimiento guardado en una esquina de mi corazón. La oscuridad que me envuelve hace de cuenta cuentos; mientras el poco viento que sopla a mi alrededor me canta una melancólica canción de cuna. Todo empieza de nuevo, este círculo que cada noche empieza para abandonarme cuando un pequeño rayo de sol brilla. Un sentimiento, que ya no es nuevo, me aborda ahora otra vez. El brillo de la luna lo ha desenterrado una vez más, y hace que las lágrimas inunden mi cara mientras la oscuridad sigue con su cuento.
El típico cuento de final feliz, cada noche es igual; tarareo para mí misma la canción que ya me sé de memoria, la canción de todos los días. La melancolía de la canción me aborda, me llena de lágrimas. Esta noche la luna ha desenterrado con ella unos cuantos recuerdos que yacían en la esquina más oculta de un parcheado corazón. Ha descosido el hilo que mañana volverá a aparecer como por arte de magia para coserlo todo de nuevo. Descanso tumbada en la cama, dejando que las lágrimas me acompañen al ritmo de la canción, al compás de cada una de las sílabas del viejo cuento.
Al fin, un rayo de sol marca de nuevo el final. El día decide que ya han caído demasiadas lágrimas. Y así, me deja descansar hasta la nueva noche, que desentierre más sentimientos con ella, hasta escuchar de nuevo el mismo cuento, hasta que una vieja canción intente de nuevo hacerme dormir sin conseguirlo.

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