
La de no encajar en el mundo, tener ganas de llorar y de estar sola, la sensación de que nadie entiende tus sueños, tus metas, las ganas de ver sonreír a un niño enfermo, que eches de menos a alguien que ni siquiera has conocido, o que llores cada noche por el después de tanto tiempo, esa sensación de que no le importas ni una mierda a los demás. Pero tranquila, terminarás acostumbrándote, al final será incluso rutina.
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